Atardecer en Budapest. Llegan amigos desde Chile. La alegría es completa. Uno de ellos, un consumado artista, me saca estas fotos. Las encuentro geniales. Ponlas en el blog, me dice. Le hago caso.
A los artistas hay que hacerles caso. Pero los artistas no debieran hacernos caso a nosotros. Se los digo a propósito del puente de las cadenas...
Cuenta la historia que el escultor Janós Marschalkó terminó de esculpir los leones que están sobre las torres del puente en 1849, se acercó un niño y le preguntó; señor, ¿porqué los leones no tienen lengua?
Al observar los leones, cayó en la cuenta que había cometido un error. Avergonzado, se subió a la baranda del puente y se lanzó al río.
Triste historia que los húngaros se la cuentan a todo aquel que pasa por aquí. El león de la foto me confirmó lo sucedido, pero no se acordaba del nombre del niño...
4 comentarios:
Bellas fotos. Triste historia. Gracias por tu visita. Disfruta por mí. Un abrazo de la Nada.
que triste pero bueno que le vamos a hacer.
T AMO
The Miniix
ESTIMADO ME DA MUCHA ALEGRIA QUE PUEDAS DISFRUTAR DE ESTOS VIAJES ,PIENSO QUE DEBE SER UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE PARA TI .DONDE ESTA LA FOTO EN TRAJE DE BANO.ESA QUERIA VER YO.
Mehhh... buen artista es po... pa que salierai bien... jajajajajajajajajajajajajaaaa...
Un abrazote amigo. Estuvo buena Budapest. Ya llevamos dos ciudades recorridas juntos. Vendrán mas. Un abrazote
Mahiakeff.
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