BIENVENIDO

A mi mundo, que seguramente no es diferente del tuyo. A mi forma de ver las cosas . A mi forma de intentar comunicar como veo las cosas.

lunes, septiembre 18, 2017

Pajaromos

Se juntan después de un tiempo.
Es que me cuesta mucho venir a Santiago, ofrece a modo de disculpa.
Se rien y se ponen al día en lo que les ha tocado a cada uno.
Tengo un nuevo proyecto, dice de pronto.
Me quedo viéndolo. Se le iluminan los ojos y me doy cuenta que está vivo. Lleno de vida. De una vida de aventuras y de cosas por venir... ¿De qué se trata? pregunto sin poder evitarlo.
Se llena los pulmones de aire y me cuenta de su nuevo proyecto, de convertir su tierra en un lugar de encuentro para los que, como el, andan viajando sin rumbo fijo, conociendo solo por conocer, maravillándose en el canto de un pájaro, en una flor meciéndose por el viento, en una ladera de cerro verde que se alza inexpugnable, en un tronco que ya divisa la forma en que adornará el hogar.
Voy a construir unos domos en mi casa, donde pueda dar alojamiento a los que pasen por ahí en búsqueda de parajes maravillosos de esta naturaleza donde elegí vivir.
Convertiré mi comedor en un lugar de conversación mientras dura el café de la mañana o el brebaje que ayude a soltar las palabras que queremos decir durante la tarde.
Estarán a disposición los instrumentos musicales que me han acompañado tanto tiempo y disfrutaré conociendo gente nueva cada día. Me nutriré de sus vivencias e historias y sabré que cada día es una nueva oportunidad de aprender nuevamente...
Se fue dejándome un gusto exquisito en el paladar. Quede tan contento que llegué a pensar que su proyecto era mío también. Me dejó la sensación de que era algo que ya estaba funcionando. Sentí que había conversado con unos turistas y cantado con ellos varias canciones nuestras y de ellos. Casi me quemé con el café con leche de la mañana y percibí los taninos del  brebaje que nos mantuvo despiertos hasta altas horas de la noche hablando de caminos y lugares tan mágicos como son los sueños...
Este César es un niño incansable, diría mi mamá. Y la verdad es que es todo un mérito en este César, y en cualquier niño que haya pasado los 60 y que siga sintiendo que tiene todo listo para el siguiente proyecto.
Gracias César por compartirlo conmigo. Gracias por invitarme a soñar tu sueño y por transmitirlo con tu pasión que describe realidades que no han sucedido todavía. Sé que te irá estupendo y tu sabes que puedes contar conmigo.
Un abrazo gigante mientras escuchamos a los pajaritos en las copas de tus árboles...