Gracias por todo...

Y otra vez sucedió.

Un nuevo cumpleaños disfrutado al máximo... Otra vez en compañía de esas personas que te van marcando, que te van acompañando y guiando... Otra vez Claudita radiante... nuevamente los niños entusiasmados y espectantes... otra vez la familia con su flamante presencia... y nuevamente esas personas que permiten que cada día seas más sabio y menos viejo...

Muchas gracias a todos por la presencia y en especial dejo constancia de uno de esos regalos que de tanta inocencia quedan grabados a fuego en la memoria de quien lo recibe...

Han sido 42 años maravillosos y cada uno de ustedes ha aportado para que esto haya sido posible... jamás podré agradecer lo suficiente...

Felicidades Andrés

Y ocurrió como siempre.

Había varios invitados y, por ende, muchos regalos, pero nuevamente el más aplaudido fue el mismo de las veces anteriores.

Llegó alguno bien vestido y algún otro muy tecnológico. No faltó el divertido y el que destacó por su buen aroma a limpio, pero lejos, y por mucho, el más esperado fue el regalo que contenía la pelota de futbol.

Feliz cumpleaños hijo amado y que nazcan tantos pases como goles para volver a ver, cada día, esa carita llena de alegría como la que tenías hoy.

Un tango con papá

Hoy fue uno de esos días de contraste...
La mañana asomaba triste después de una noche más bien insomne.
La tarde se vio enriquecida por la reactivación del proyecto.
Y la noche... la noche fue exquisita...
Hacía tiempo que no salía a solas con mis padres. Se nos ocurrió de pronto. Sin pensarlo demasiado. Más tarde me acordaría que así era cuando eramos niños. Las cosas menos planificadas serían las que más se disfrutarían...
No sabíamos muy bien adonde ir. Terminamos en el Patio Bellavista. Dar una vuelta, ver las tiendas, preguntar por el precio de todo lo que nos llamara la atención...
Me quedo pegado en una tienda de joyas artesanales de variadas piedras y colores. Regalo obligado para Claudia, que si bien no está con nosotros en ese momento, casi puedo ver los colgantes en su pecho y las pulseras en sus muñecas. Cuesta decidir cuál es la más bella, pero Mauricio, el dueño, es un tipo que gusta conversar y de a poco nos lleva a elegir lo que realmente queremos...
Mauricio habla con papá. Mientras hablan de los hijos que están lejos, no puedo dejar de pensar en mis hermanos. Soy el único que está en este momento con los viejos. La más cercana está en Arica, otra en Europa y el benjamín en USA, donde mismo están los hijos del tendero. Qué cosas que tiene la vida. Que alegría de Mauricio y que alegría de papá de conversar con alguien como el. Noto que se entienden y callo. Callo para que puedan dar rienda suelta a sus temas.
Salimos y nos engancha un lugar que tiene espectáculo en vivo. Nos seduce el acto de tango que comenzará luego. Entramos. Rico lugar. A pesar de que es para fumadores, no nos molesta el humo del cigarro...
Las tablas que pedimos; de chuparse los dedos. El bebestible; francamente admirable. ¿O habrá sido que la conversa, la atmósfera, nuestras almas, estaban predispuestas a encontrar todo espectacular?
No lo sé, pero lo creo.
Con 30 minutos de atraso, que no advertimos, comienza el show. ¿Quieren cantar los coros? pregunta el muy buen cantante. Tímidamente todos asienten. Y Comienza...
Canta dos, tres, no sé, varios más, hasta que llega a Cambalache. Lo cantamos a coro, completa, mi padre y yo. Nos sale del alma. Mamá nos mira extasiada de amor por nosotros. Ella quería que papá cantara. El no estaba seguro. Yo no canto ni en la ducha, pero esta noche era especial.
Tan especial como aquellos momentos que jamás se borran de la memoria. Esta noche, con mis padres cantando un tango en un lugar sacado de un cuento de niños, comprobé que tengo familia porque vengo de una familia.
Gracias padres por acompañarme y disfrutar conmigo este contrastante día.
Los amo.

Mucho que aprender

Qué la vida es un constante aprender no es novedad. Es muy fácil decirlo porque está en casi todos los textos, pero cuando te tienes que aplicar la norma a tí, entonces no es tan fácil...
En todo caso, me alegra tu forma de pensar. Me alegra saber que piensas que todo lo que ocurre es por algo que debemos aprender, por algo que, a la larga, será mejor.
Estoy muy orgulloso de tí y de nuestra familia.
Soportar el dolor no debe haber sido fácil para tí pero créeme, habría dado todo lo que tengo por cambiarte de lugar de haber podido... pero tu me la hiciste fácil porque te portaste de lujo.
En estos momentos que aprovechamos para la reflexión te vuelvo a repetir que te amo y te amamos sin condiciones y que los accidentes ocurren y no necesitas pedir disculpas por ello. Jamás tendrás que pedir perdón a nosotros por algo que le pudo pasar a cualquiera.
Te amo demasiado para imponerte sufrir pero acepto gustoso el aprendizaje que sale de este doloroso momento.
Cuando todo esto acabe y no sea más que un anecdótico recuerdo nos daremos cuenta de la victoria que acabas de lograr y del tremendo aprendizaje que obtuviste y que nos diste a todos los que te rodeamos.
Un beso grande junto a un gran abrazo de cariño y mucha fuerza para superar este momento.

Valparaíso nuevamente

Foto obligada en el nuevo Café Turri. No tengo noción de haber conocido el anterior, pero en fin...
Aparte del colorido del Cerro Concepción y de la vista maravillosa en el Paseo 21 de mayo, el almuerzo fue otra maravilla para disfrutar.
Qué alegría volver a recorrer los cerros. Fue una tarde espectacular. Volveremos a ir, pero volveremos con los niños, eso sí...
"Pero este puerto amarra como el hambre,
no se puede vivir sin conocerlo..."
Sabias palabras musicalizadas hace mucho. Su recuerdo sigue presente en las nuevas generaciones...

Como el tango...

Existe un tango que en alguna parte dice "que 20 años no es nada". No me acuerdo del título pero creo que la letra tiene toda la razón...
Ayer tuve la oportunidad de volver a compartir con uno de mis amigos de juventud. Coincidimos casi toda la básica y la mitad de la media. Lo increíble es que lo que recordaba de el, aquello que se queda grabado a fuego en mi memoria es lo mismo que vi ayer. Mejor aún. Eso es lo que vi en su linda familia. Su compañera de ruta de hace 16 años y sus dos hermosos hijos, casi idénticos a el, en lo que yo recordaba...
Conversamos poniéndonos al día de nuestras "correrías" duante nuestro alejamiento. Aprovechamos de colocar al corriente, de cosas que creímos haber olvidado, a nuestras respectivas conyugues y así entre risas y asombros volvimos a la Villa donde crecimos, volvimos al colegio y volvimos a vivir. ¡Qué extraña alegría!
Y es que Miguel sigue siendo el mismo de siempre. Un buen tipo. Una persona incapaz de hacer daño a nadie. Pero al mismo tiempo un soberbio defensor de lo que cree justo. Un hombre comprometido con la vida y con los suyos a dar lo mejor de sí. Si, ese es Miguel. Un chico que sufrió muchísimo, pero que desarrolló la habilidad para reinventarse cada día y sacar de dentro lo mejor de sí. Un tipo que estudia cada día, no para ganar más, sino para poder dar más de sí.
Seguramente su familia está gozando de esas características tan propias de Miguel. ¡Qué bueno! Su ejemplo será lo más importante que heredarán sus hijos, y su consecuencia será siempre el mejor regalo para quienes tengamos la fortuna de coincidir con el en este tránsito por la vida...
No olvides que el martes hay prueba de biología... ¿si quieres, estudiamos juntos?

Hasta pronto

"Sólo nos va quedando Galeano" me dice. Es cierto, pienso.
Se nos fue Benedetti...
"¿Te conté que estuve varias veces con él?"
Me quedo pensativo en esa última frase.
¡Qué iba a saber!
En la vida de aquel que no tuvo tregua, pero que no quebró ninguna primavera siempre quedarán sus inventarios como una forma de soberbia presencia...
En todo caso, lamentar su partida, me refuerza su presencia.

...

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.

...

Viaje al pasado

Era como estar en una película de vaqueros. Ese era el sentimiento. Ahí cobraba valor el comentario ese que decía "el tiempo parecía haberse detenido desde que su último habitante partió...".
Las calles vacías y no aptas para la circulación de automoviles, las luminarias que poco iluminaban, las casas sacadas de libros de cuentos antiguos, el barrio que semejaba al pueblo del Far West, el puente por donde se debía transitar, todo de madera y tan alto que no permitía mirar hacia el río, en fin, todo hacía sentir el pasado. Unos caballos sueltos al que un montón de perros ladraban sin que ellos se inmutaran en lo más mínimo. Si no hubiera sido por unos niños jugando en el jardín de una de las casas que parecían deshabitadas habría calzado perfecto con mi vivencia en un pueblo fantasma...
Aún así, yo no perdía la esperanza de ver aparecer al sereno anunciando el tiempo y el clima...
¡Qué hermoso lugar! Y es que aparte de la tranquilidad, los contrastes entre los árboles y entre estos y el piso, era de una belleza, de una tranquilidad tal que obligaba a respirar con pausas... No fuera a ser cosa que mucho oxígeno nos hiciera mal...
Y es que Coya, un sábado a las 6 de la tarde y después de tantos años es un oasis en el siglo XXI.
Mismo oasis que la casa de Tita y Gabriel en Rancagua. Dos personajes que se han quedado en el pasado muy a su querer. Se quedaron en ese pasado de respeto por los demás, por consideración con el resto del planeta. Ellos, dos profesores normalistas que han trabajado en diversas escuelas de diferentes partes de Chile y quienes nos distinguen con su amistad. Su amistad que es un regalo que brindan a quienes quieran compartir con ellos la dicha de la vida, el placer de la armonía y el saber por el saber. Nada más alejado de ellos que los negocios. No. Ellos se regocijan en el ocio. Y de esa actitud ante la vida logran educar. Como hace muchos años cuando tuvieron que enseñar a vivir a sus dos hijos y a los cientos de alumnos que tuvieron contacto con los magníficos buscadores de la verdad. Es un privilegio estar en contacto con ellos. Gente sencilla que te enseña que los viejos principios y valores no tienen porque pasar de moda. Y así, sencillamente, abren su casa para que puedas entrar en ella y te brindan todo lo que tienen que es lo mismo que todo lo que son. Ingresas en una casa de gente de esfuerzo y te encuentras con un hogar hermoso donde todo indica que el amor existe. La primera enseñanza ocurre al ingresar en ese hogar. La segunda y todas las demás de verlos hacer y de escucharlos decir...
Qué hermoso sábado. Gente que te trae lindos recuerdos porque se parece a la gente con la que te criaste. Gente que sabe llegar a tu corazón y solo te pide a cambio tu amistad.
Es un oasis encontrar gente, hogares, pueblos, barrios así cuando uno está expuesto brutalmente a la vorágine informativa de los dueños del mundo...
En fin. Gracias a todos. Gracias a Tita y Gabriel. Gracias a Coya. Gracias a los que no están a la moda...

El reloj

Gracias a mi madre conocí a mis abuelos. Y, también gracias a ella, ellos me quisieron.
Ahora que ya no están, se me hacen más nítidas sus visiones...
En este mundo tan sobrevendido en apariencias, dónde todo pareciera ser desechable, nuestros viejitos no se hayan. Ellos son de otro tiempo. Son del tiempo de cuando a los relojes se les daba cuerda y uno tenía que aprender a ver la hora. Cuando se hacían relojes para toda la vida, porque los relojes, al igual que las personas y las relaciones que se establecían con ellas, tenían que durarnos por siempre. Es más, los objetos debían de pasar a la generación siguiente...
Hoy tengo uno de esos objetos en mi poder. Tengo un reloj de quizás que año, sin correa, casi sin color por el paso del tiempo. Este reloj no usa pasadores sino que están soldados al reloj. Nada de este reloj fue hecho al azar o con mezquina calidad, sino que, muy por el contrario, fue hecho pensado en su duración más allá de la vida humana. Una reliquia, diría mi abuelo. Una obsolescencia, diría un adolescente, muy moderno, por lo demás.
Me imagino que el valor monetario de este reloj no es alto, pero el valor que adquiere para mí es inconmensurable...
En lo único que pienso es en la responsabilidad de que este reloj pase a mi hijo cuando yo ya no puedo cuidarlo.
Gracias mamá por este regalo. Gracias por los padres que tuviste y más gracias por los abuelos que me regalaste...

Es decir,

Un aporte que me llegó vía mail...

Una gota cultural

Julio Cortázar escribía: 'La coma, esa puerta giratoria del pensamiento'

Lea y analice la siguiente frase:

'Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda'.

Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer.

Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene.

...

Fin de semana largo

Las noches de Papudo son mágicas. Necesitaba un rico descanso para volver a la vorágine de la ciudad. Además, la presencia de exquisitos amigos, le da un toque a cualquier situación.
Playa, arena, mariscos y pescado, sol, nubes, gaviotas, un delfín haciendo piruetas para nosotros... parece dificil pedir más.
Quizá solo faltaba una noche despejada con reflectores alumbrando el ir y venir de las olas jugueteando con el brillo delator de sus movimientos. Si, quizá solo faltaba algo como eso...
Pero eso parecería un sueño... así que lo mejor que podía hacer era demostrarles que los sueños se pueden retratar...

Mensaje encriptado

Yo también me asusté. A más de 1.000 kilómetros estaba más asustado que tu. Yo creo...
Es que a veces, y solo a veces, hay que sufrir estos sustos para aprender...
Por eso es que confío. Confío en que lo sucedido es lo que necesitas para aprender.
Como dice el viejo proverbio; "Cuando pierdas, no pierdas la lección".
Fuerza y ánimo, para volver a levantar.
Sabiduría, para no volver a caer de la misma forma.
Amor, para hacer que todo sea mejor que antes.
Ahora deja de llorar.
Levanta la cabeza y mira en todas direcciones.
Ves esas caras que te miran? Son todas las caras de los que nos preocupamos por tí.
Ahora límpiate la cara y empieza a sonreir porque siempre recordarás que "lo que me mata me fortalece"
Un beso...

... pero el trabajo no era para el un "programa", como lo es

para los neuróticos asustados que se refugian con escrupulosa puntualidad

en sus horarios predeterminados para huir del desorden de su sistema nervioso...

Divorcio en Buda de Sándor Marai...

Me quedó en la memoria hasta bastante tiempo después de terminar de leer el libro... no sé porqué, pero tampoco la vida es una certeza... más bien es una exquisita incertidumbre que, se sabe de antemano, vinimos a disfrutar... Aunque, claro está, a muchos se les olvida en el camino...

Y a pesar de todo... un buen comienzo

Y se apareció marzo. Claro que la realidad supera la ficción...
Y ha sido un comenzar despacio. Estoy poniéndole el hombro lo mejor que puedo a este nuevo escenario lleno de incertidumbres. Laboralmente estoy cumpliendo. Si, a secas, cumpliendo. El panorama es demasiado nuevo para mí como para poder aspirar a más que eso.
La felicidad ha venido, en esta oportunidad, de mis hijos. Ambos más crecidos, demostrando una madurez increíble.
Pidieron una demostración de confianza al proponernos hacer cosas de grandes y han respondido excelentemente bien. Pero además, han enfrentado este año, mejor que yo. No solo están cumpliendo, sino que, además, están sobrepasando las expectativas con creces.

Me siento feliz. Ambos están dando lo mejor de sí. Empiezan a comprender la importancia del deber ser y lo manifiestan sin ambivalencias. Se han mostrado más cariñosos, respetuosos de sus mayores y más estudiosos que nunca. La verdad, es que ante tanta relatividad de las cosas y valores no puedo menos que sonreir al escribir esto recordando nuestras últimas conversaciones.

Creo que, en un mundo tan convulso y desprolijo, rodearte de personas que son mejores que uno, es una muy bien recibida certeza...

Hasta pronto abuelita

Estoy tranquilo.
Es que el recuerdo de la abuela siempre será de alegría. No puedo estar triste. La penúltima vez que hablé con ella nos reímos. Ella no abría los ojos. Me acerqué lo suficiente y le susurré al oído.
Le conté quien era.
Repitió mi nombre.
"¿Te acuerdas abuela de los tarros de leche condensada que convertías en manjar y que deleitábamos, a cucharadas, tu sentada, con todos tus nietos?" Se rió. Mi madre la miraba y también reía. Se reía como siempre. Como una niña que se acuerda de una maldad cometida hace mucho tiempo. Y es que mi mamá tenía que después obligarnos a almorzar...
"¿Te acuerdas que siempre te las ingeniabas para pasarnos dinero? ...Al despedirte siempre me tomabas la mano y me entregabas un pequeño bultito, un papelito doblado en no sé cuantas partes y me hacías un gesto para que no lo abriera de inmediato".
Volvió a reir. Y nosotros con ella.
Así era mi abuela y ese es el recuerdo que tengo guardado de ella. No me gusta que se haya ido pero no puedo estar triste.
Además que, conociéndola, todavía me estará cuidando por mucho tiempo más. Su espíritu jovial será un cardioprotector muy eficiente en todos aquellos momentos en que el pesimismo o la incertidumbre se quieran apoderar de nosotros...
Gracias abuelita. No sé cuanto de este hombre que soy hoy día ha dependido de tí, pero estoy seguro que es mucho más de lo que puedo comprender desde esta pequeña dimensión en la que me encuentro...

Vacaciones 2009

Otras vacaciones maravillosas en compañía de toda la familia...

Partimos en Puerto Varas. 3 días de hermoso sol, lago, volcán nevado, Saltos, más lago...

En el Lago Todos los Santos tuvimos nuestro primer hito de este año. Bote hasta el medio del lago, fuera los chalecos salvavidas y piqueros con nado obligado. Una delicia.

Luego a cruzar el canal de Chacao. Primera parada en Ancud. Por supuesto unas ostras en Caulín antes de llegar. Luego a Puñihuil a ver los pinguinos y nutrias. Exquisito. Visita a los fuertes de San Miguel de Ahuí y San Antonio. Parece que llegaron puros monjes guerreros por estas latitudes...

Breve visita a Quemchi y luego a San Juan. Una maravilla. Un lugar de un verde luminoso que tiene una entrada de mar que se seca durante la tarde y donde los cisnes se deleitan mirando las embobadas caras de los curiosos que nos acercamos.

En San Juan nos esperaba una familia de encantadores profesores normalistas, ya jubilados, pero con el corazón joven para dar cobija a los viajeros. La Sra. Teresa y Don Gabriel nos atendieron mejor que si hubiesemos estado en nuestra casa. Y no es una exageración. Una casa preciosa con muchas ovejas y mucho campo para disfrutar. Insistían en que nos quedáramos unos días más. Y con gusto lo habríamos hecho, pero había que volver...

Desde San Juan salidas diarias a Quellón y su Punta Lapas (donde nos sacamos esas fotos), Chonchi y el cruce a Isla Lemuy, Dalcahue con Isla de Quinchao incluida, Cucao y su Parque Nacional... En fin, tantos lugares, cada uno con su historia...

El segundo hito fue la fotografía en el comienzo de la Panamerica al norte. Es que tiene su gracia Quellón. Se respira soledad. Todo es tan lejano que da la sensación de encontrarse con uno mismo. Nos siucedió un poco de eso. El regreso fue pensativo. Cada uno pensando en lo que sintió. Nadie habló. Nadie dijo nada. Pero todos sabemos que algo nos cambió... Dato importante; en la calle Gomez García, frente a la feria artesanal pasen a visitar el Fogón El Ciervo y pidan un plato de la casa...

El tercer hito fue la Iglesia de Achao. La iglesia más antigua de Chiloé que tiene la particularidad de ser construida sin pegar un solo clavo, solo ocupando tarugos de madera. Por favor no se queden sólo con la vista externa ya que no tiene gran mérito. La belleza está en su interior, especialmente su techo...

En Chonchi pasen a La Ventana de Elisa, frente a la playa y pidan un trozo de torta de ciruela. No se arrepentirán.

Luego cruce de vuelta y parada obligada en Valdivia. Estaba lloviendo cuando llegamos y pese a que es mucho más bella con sol, esta ciudad no se desmerece en nada con la lluvia. Vista desde la habitación al Calle Calle y sus lobos de mar jugando para la gente. Al día siguiente y con un sol que resplandecía con mayor fuerza, visita a la isla Mancera y su fuerte. Los niños jugaron una guerra espléndida. No tengo muy claro quien ganó, pero ellos venían durmiendo agotados cuando emprendimos la vuelta...

Luego el retorno a Santiago. Nos parecían meses fuera de casa, lo que demuestra que veníamos felices con nuestro aventurero descanso...

Más que un nuevo aniversario...

¡FELICES 15 AÑOS!

Empieza 2009

Y tal parece que ocurrió como en los cuentos que nos leían desde pequeños.

¿Recuerdan que al dar las 12 campanadas algo sucedía?

Pues este año sucedió ota vez. No es un milagro, por si ello es lo que están esperando. No, nada que ver. Se trata de un cambio pequeño. Casi imperceptible. Quizás como la evolución misma...

Después de las 12 , justo después de los brindis, los abrazos y los máximos deseos de que el 2009 sea mejor que el 2008, algo cambió. No me atrevo todavía a precisar qué fue lo que cambió. No lo tengo claro del todo, pero sin lugar a dudas este año será diferente. Diferente al menos para los dos adolescentes que viven en el hogar.

¿Lo vieron en esta fotografía?
¿No?
Pero si es evidente. Por primera vez en todos los años que llevo celebrando años nuevos en mi casa, yo soy el que toma las fotografías...
Los bailarines de este año fueron mis hijos, que sacaron a bailar a su madre y sus abuelas, además de tías, como nunca lo habían hecho.
Todos los miramos admirados. Los pequeños dejan de ser niños para transformarse, lenta pero inexorablemente, en unos hermosos adolescentes...
El abrazo con cada uno de ellos fue especial. Cada uno me abrazo desde adentro. Cada uno me entregó, en ese abrazo, algo que sabían que yo valoraría. No se equivocaron.
Tal parece que la sabiduría comienza a ser parte de ellos. Desde un rincón los observo. No puedo disimular. ¡Me gusta lo que veo!
La manera en que tratan a sus abuelas es quizás la más decidora. Ellas se sienten queridas por esos nietos que las zamarrean para todos lados en un baile que ellas no bailaron a esa edad. Pero se sienten felices. Al otro día comentarían que están molidas pero contentas de haber disfrutado como quinceañeras ese termino de un ciclo y el comienzo del otro.

Feliz Año 2009 para todo el mundo...