BIENVENIDO

A mi mundo, que seguramente no es diferente del tuyo. A mi forma de ver las cosas . A mi forma de intentar comunicar como veo las cosas.

miércoles, octubre 29, 2008

A modo de obsequio...

El va sin ganas al cumpleaños de su mejor amiga. Ya es octubre y está cansado. Los exámenes, los benditos exámenes, además de toda la vida gremial de la U le están pasando la cuenta. Debe ser la primera vez que va a una fiesta por cumplir...
De pronto la pequeña pista de baile produce un pequeño pasillo. Y entonces la ve... La mujer más bella que había visto jamás. ¿Cómo definirla? Imposible. Ella es el centro del universo y lo sabe. Es una belleza diferente. Su pelo flota en el aire con cada movimiento de ella. Flota y parece que el tiempo no pasa. Parece que es ella quien se suspende en el aire y todo, todo lo demás no importa nada. Parece que todos se han ido, como cuando en las películas, la cámara se acerca a la persona y se queda solo con ella y hasta la música se apaga lenta pero inexorablemente, dejando solo su sonrisa acariciando los oidos. Pero ella no lo advierte. Ahí está la mayor gracia. Ella piensa que es una más. O quizás no. Quizás ella sabe quien es y donde llegará y viene de incógnito a esta fiesta de una amiga suya. Para compartir un rato. Para experimentar la forma como nos divertimos los terrenos. Tal vez...
Su hermano que lo ve a el viendo lo que ve, se acerca para susurrarle, "que linda esa niña - para añadir inmediatamente - pero no soy su tipo". "Yo creo que es una mujer como para tí".
La sigue viendo. Hay un solo pensamiento; si empieza una relación con esa mujer se casará con ella. Es peligroso. Ya esta en una relación. ¿Qué hacer? Pero no puede dejar de mirarla...
Se acerca uno de sus amigos; ¿qué sucede? y le sigue la dirección a la mirada de el. Ah ya!!! se ríe su amigo.
Con ese comentario sale de sus cavilaciones. "tengo un problema" -dice. ¿Si? le responde su amigo. "Es que si la saco a bailar me caso con ella".
Hasta hoy retumban en sus oidos las estruendosas carcajadas de su amigo. Pero en ese minuto no lo percibió. Tiempo después recordaría que el sonido llegó mucho después que la visión. Lo vio reirse como desde muy lejos. La conciencia del sonido fue mucho después...
Bailaron toda la noche. Conversaron mientras movían sus cuerpos al son de los soda stereo, los enanitos, los prisioneros y quien sabe cuántos más. Pero no se atrevió a irla a dejar a su casa. Había sentido unas ganas locas de besarla, pero no lo había hecho. No podía hacerlo. No era lo correcto. Había que tomar una decisión...
Volvieron a juntarse 15 días después a las 5 de la tarde...
Ella le esperaba en una esquina, cercana a su casa. El llega corriendo, 30 minutos tarde, porque había equivocado el camino (que tiempos aquellos cuando se movilizaba en micro)...
Estaba, como decirlo, más bella que la vez anterior. El ya haía tomado una decisión... Y esa visión la reforzó. No había dudas. Era la mujer perfecta para el.
Luego de las disculpas de rigor la invitó al cine. Era domingo. De la película mejor ni hablar. Habría que verla de nuevo. Estuvo todo el rato pensando en ella. Quería tomarle su mano, pero no se atrevía. Es que su piel, toda suave, no era algo que el hubiese visto antes. Sintió que se le brindaba la oportunidad de ser feliz. De estar con alguien a quien el siempre querría. Sentía, con una falta absoluta de fundamentos, que era correspondido. Pensaba en besarla, pensaba... Pensaba en que no podía perderla. ¿Qué cosas habían fallado las veces anteriores? Recordaba, pero no lo sabía bien. Si se hubiere sentido igual que ahora, seguramente no habría fallado, pero ahora era diferente. El lo sabía, aunque no supiera como explicarlo...
Salieron del cine y se sentaron en un lugar con muchos jardines. Tiempo después sabría que, tanto el cine como ese lugar, habían sido determinantes en los sucesos posteriores. Pero el no sabía. Y esta nervioso. Hablaron de muchas cosas que el jamás recordaría, pues solo pensaba en decirle lo que sentía. O quizás sería mejor no decir nada. Quizá lo mejor sería actuar. Si, solo eso. Actuar y ya. Pero se reprimía. No podía hacerlo. Seguía riéndose y haciéndola reir. Pasaron los minutos y las horas hasta que, de pronto, y sin mediar provocación alguna, el se abalanzó sobre ella y la besó.
Recordaría tiempo después que el esperó que le devolvieran un golpe en el rostro.
Pero no sucedió, la sorpresa había funcionado. Cuando el se retiró levemente de su rostro la vio mantener sus ojos cerrados. Recién en ese momento, sintió el disfrute de ese beso. Volvió a besarla y abrazarla. No podía más de dicha. Quería no separarse más de ella. Pero al día siguiente había compromisos que afrontar...
Ayer me encontré con el. Estaba radiante. Ayer se cumplían 18 años de aquel primer beso. Esa misma boca le había despertado en la mañana con un dulce beso y cuando bajo a tomar un desayuno para ir a su trabajo, esa misma hermosa mujer, le entregó una preciosa tarjeta donde le contaba lo feliz que era todavía a su lado.
Me lo contó con los ojos llenos de recuerdos. Antes de despedirnos me dijo que esa mujer era lo mejor que le había pasado.
"Tengo suerte" me dijo cuando nos abrazamos al despedirnos.
Me fui pensando, feliz de la vida, en las palabras de otro amigo; "la suerte no existe". Seguramente, eso fue lo que siempre buscastes. Por eso, es que fue lo que hallastes.

jueves, octubre 23, 2008

Toulouse



Toulouse, una maravillosa ciudad que tuve la suerte de recorrer hace poco.


En Toulouse todo invita a quedar maravillado.
¿Les parece que es una ciudad para quedarse?
Si, yo también pienso lo mismo...