Budapest es un excelente lugar para conocer y admirar. Su gente es bastante más cálida de lo que uno cree y las calles, en estas fechas, están decoradas con muchísimas luces que hacen maravilloso recorrerlas de noche. Es dificil en este momento recordar tanto nombre, pero de seguro que con los días podremos ir sacudiendo la memoria y ayudarles a querer venir a este precioso lugar.
En Budapest no importa el idioma. Lo que importa es el gusto por descubrir.
Y yo he descubierto que me encanta estar acá. A pesar del frío. De que hoy llovió en la mañana y de que se oscurece muy temprano. Los detalles para los detallistas. Para el resto solo la contemplación. Vengan a darse una vuelta. No se arrepentirán.
Les cuento un secreto; si acercan sus orejas a la piedra.... cada estatua les contará su historia. Me lo dijo una de ellas. Prometo averiguar más detalles el jueves por la mañana. Hasta entonces.
2 comentarios:
Dale amigo...conoce lo que más puedas, aprende de otras culturas, otras costumbres, otros idiomas. Enamora a las mujeres, como lo haces en Chile...ten cuidado son muy altas...pero lo que importa es donde llegan las sábanas, me han dicho...
por fin Budapest
que extraño idioma
Cerca de Navidad
Ilove you
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