BIENVENIDO

A mi mundo, que seguramente no es diferente del tuyo. A mi forma de ver las cosas . A mi forma de intentar comunicar como veo las cosas.

miércoles, octubre 28, 2020


 NO ERAN 30 BESOS...   

Se besaron, tranquilamente, como cada mañana. Se miraron sin la pasión de los primeros días sino mas bien con la seguridad de sentirse protegidos. Se rieron, como siempre hacen desde que se conocen.

¿Imaginaste alguna vez llegar a esto?

Jamás, pero tengo claro que ha sido lo mejor que me ha pasado.

Has sido la mejor compañera de ruta que hubiera podido tener. Has sido mi cómplice y mi apañe en cada momento. He sido un afortunado. He tenido el privilegio de caminar contigo ya por 30 años, le dice mientras la mira con esa dulzura que ha sabido establecer solo para ella.

Ella sonríe. Sonríe, lo acaricia y luego lo besa. Lo besa con la ternura de todos los días dejándole esa sensación de haber sido elegido nuevamente.

¿Qué hermosos 30 años hemos tenido? ¿verdad? Le dice el.

Maravillosos, responde ella rápidamente.

El ajetreo del día está por comenzar y ella es una trabajadora incansable. El la mira mientras ella comienza a levantarse. La mira como si fuese a ser la última vez. La mira recordando sus formas, el brillo de sus ojos, la línea de sus labios. La mira y vuelve a encontrarla hermosa. 

Encuentra sus ojos observándole y sonriendo.

¿Qué me miras? le dice ella en un coqueteo que ya es tradicional entre ellos.

Más que mirar, le dice el, contemplo a la niña más linda de la fiesta. ¿Te he contado que me quedé con la niña más linda de la fiesta? le dice el mientras no puede aguantar la risa.

Vendedor, le dice ella. esta viejita no puede ser...

Se queda mirándola, pero en realidad está pensando. El no ve a la viejita que ella dice ser y se pregunta por qué, ¿porqué yo sigo viendo a la niña hermosa que un día como hoy besé por primera vez hace 30 años?

¿Será porque la memoria interfiere con los hechos? ¿Será que ve lo que quiere recordar y no lo que sucede? ¿Será que la niña más linda de la fiesta no sabe que es la niña más linda de la fiesta? ¿Será que su genética está condicionada para aceptar ese belleza como la mejor? ¿Será que ella es una mujer extraordinaria, inteligente, comprometida y apañadora? ¿Será que sus ojos transmiten amor? ¿Será que su sonrisa ilumina cualquier día? ¿Será que su enojo sonroja sus mejillas de una manera exquisita? ¿Será que tomar su mano y salir a caminar es descubrir nuevos senderos? ¿Será que besar sus labios es transportarse a lugares nuevos? ¿Será que acariciar su cuerpo es seguir sintiendo una perfección exquisita? ¿Será que conversar con ella es aprender a mirar desde otros ángulos? ¿Será que las discusiones lo han hecho crecer? ¿Será que han potenciado sus éxitos estando juntos? ¿Será que los maravillosos hijos que les acompañan les han hecho sentirse felices? ¿Será que verla convertirse en líder en su campo le nubla el juicio? ¿Será que su carácter desafiante es una droga potente en su cerebro? ¿Será que su amor por los que menos tienen, la hacen su heroína del cuento? ¿Será que al sentirse amado pierde objetividad?...

En eso estaba cuando ella aparece de repente y le pregunta con unos ojitos llenos de amor, ¿quieres que prepare un cafecito?

Asiente mientras sonríe y se prepara para ir a tomar un rico desayuno con su compañera de vida.

Mientras camina va pensando en la fortuna de los besos recibidos, las caricias sentidas, las miradas esbozadas y sin poder abstraerse por completo de la realidad sostiene que está feliz.

Está feliz, por que ¡no eran 30 besos, eran 30 años!

Y en este caso, dice, aun sonriendo, feliz de ir por otros 30