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A mi mundo, que seguramente no es diferente del tuyo. A mi forma de ver las cosas . A mi forma de intentar comunicar como veo las cosas.

jueves, junio 07, 2007

Mi hijo menor

En un viejo cuaderno, como decía el gitano Rodríguez, encontré algo que escribí hace bastante tiempo y que tiene que ver con mi hijo menor. Fue escrito con mucho cariño y lo reproduzco extensamente para que sepas lo que pensaba tu padre en aquellos tiempos...
"A veces no es fácil dejar fluir los sentimientos, sobre todo cuando es tan directo. Cuando les pasa a los demás creo que es más fácil. Estoy inmensamente feliz. Tengo un nuevo hijo. Es un nuevo compañero de rumbo que se nos une , quien sabe hasta cuando, pero que se nos une para provocar la dicha, para prolongar la esperanza...
A lo mejor soy muy egocéntrico, pero pienso que es otra razón para mí, hecha especial y solamente para mí, para que sea feliz...
Andrés Ignacio, llegaste un sábado 07 de Diciembre como un cuarto para las diez de la noche con toda tu carga de sentimientos y emociones propias a acostumbrarte y acostumbrarnos a tu paso en esta vida. ¿Por qué será que creo que llegarás a ser un buen hombre? Será porque eres mi hijo, o tal vez por todo lo que contribuyó tu hermano. No lo sé, pero lo intuyo. Sé que serás un gran hombre y esto tiene su mérito porque apenas tienes dos días de vida...
En lo estrictamente inmediato debo reconocer que lamentable o afortunadamente las odiosas comparaciones comenzaron. Y la vara es bastante alta pues estás siendo medido con la vara que deja Víctor Manuel. Pero no te preocupes porque hasta aquí vas bien y segundo, porque tus papás sabemos que tendrás tu propia personalidad con virtudes y algunos defectillos...
Quizá la primera comparación fue verte tan pequeñito al lado de tu hermano y, la segunda, que tanto te parecías: fue unánime "son idénticos" dijeron los críticos de la familia. En el resto creo que van a parecerse; tranquilos, no llorones, buenos para comer y dormir y al parecer en los problemas de cólicos.
Andrés Ignacio quiero que sepas que hoy nuevamente la vida me ha dado una gran satisfacción, la mayor que a un hombre como yo le puede brindar, la cual es tener descendencia. Y aunque sé que los hijos no nos pertenecen a perpetuidad será un honor para mí hacer todo lo posible para que seas un buen hombre, que ame y sea amado, que respete a sus semejantes y los quiera, para que así también sueñe con un mundo mejor que el actual y que temples un coraje que te permita decidir tu vida y no solo vivir la que otros decidieron. Hoy es tiempo de aprender, yo a ser buen padre, amigo y consejero, a no ser tan autoritario y si más compañero y tu a ver los modelos de vida que quienes te rodean te irán mostrando y elegir aquel que creas sea el mejor. También deberás aprender a no pensar que nuestros errores han sido a propósito sino siempre pensando en tu bienestar; pero asimismo a hacernos ver cuando nos equivocamos o tomamos la alternativa que tu no deseas por cualquier motivo.
Querido hijo, te escribo, además, para que sepas que el mundo que te recibe no es el mejor que podemos construir y que vienes a realizar grandes proyectos y no a sentarte a esperar para ver que tal lo hacen los demás. Ese es el desafío; pasivo o activo, hacedor o mirador, actor o espectador... ¿Cuál elegirás tú?
Por hoy creo que es suficiente, ya te marearé en alguna otra oportunidad.
Se despide tu padre que te ama, YO."
Santiago, 9 de dicembre de 1996

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