BIENVENIDO

A mi mundo, que seguramente no es diferente del tuyo. A mi forma de ver las cosas . A mi forma de intentar comunicar como veo las cosas.

sábado, mayo 26, 2007

Encuentro con los orígenes

Anoche fue uno de esos días que dificilmente se olvidarán.

Hace unos cuantos días me habla un cliente. Uno de esos clientes tan inquietos que pasan de clientes a proveedores y que, sin querer, se van convirtiendo en amigos cuando vas sabiendo que hay una visión bastante compartida.

En fin, este nuevo amigo, me envía un mail para decirme que tiene un encuentro en su casa y que el gran invitado será Patricio Manns.

El Pato Manns. Montones de recuerdos vienen a mi encuentro. Y respondo, no me lo perdería por nada. Hay que poner una cuota para que no falte nada. Perfecto. Me responde; ¿vendrás acompañado? Me salva, pienso, nuevamente. No me imaginaba diciéndole a Claudia que iría solo a compartir con un artista tan querido por nosotros. El Pato tan íntimamente ligado al Inti, mi grupo preferido. La emoción es demasiada. Y empiezo a contarles a todos.

Los todos se dividen entre quienes jamás han oido hablar de él y quienes me envidian por la suerte de tener tan cerca a un personaje de la historia.

Me voy hacia dentro ¿cómo estará el Pato? Seguirá siendo el mismo. Recuerdo sus tiempos de exilio en que hablaba en defensa de sus ideales. ¿Cuanta gente irá? Qué importa, sentencio. Estaré cerca de una de las leyendas vivas de la nueva canción chilena.

Me llega otro correo. Dirección y horario para la velada. Le digo a Claudia. Estalla de alegría. Por un momento callamos. Ambos pensando. Ambos sintiendo aquello que sentimos hace ya tantos años. Ambos evocando momentos tan importantes. Es que el Pato fue importante en el momento en que templábamos nuestros corazones, en que definíamos lo que seríamos en el futuro y los valores que defenderíamos al formar nuestras familias.

Conocimos al Pato en diferentes momentos y por diferentes caminos pero a ambos nos marcaron las letras de sus canciones. Tantos recuerdos, tantos nombres, tantas situaciones. La emoción nos devuleve a esa adolescencia en que queríamos ser los contructores de nuestro mundo. El recuerdo es, también dañino, por que te obliga a evaluar y constrastar a ese que querías ser con este otro que resultó. Me perdono. No sin dificultades, pero me perdono. Duermo tranquilo esperando que, al menos el Pato, siga siendo el mismo que dijo ser.

LLegamos media hora tarde, pero por suerte, el Pato llegará en una hora más. Los anfitriones se han preocupado de todo. Hay buen vino. Yo no bebo pero los demás invitados asienten al preguntarles por el brebaje. Ofrecen cebiche. Está delicioso. De pronto pasamos a un hermoso jardín. No es muy grande pero se ve precioso. Los instrumentos están colocados y hay un grupo de jóvenes afinando guitarras y dejando todo en orden. Nos sentamos y a los diez minutos el dueño de casa presenta oficialmente a Patricio Manns. Uno de los primeros en acudir a la peña de los Parra, contemporaneo de Víctor Jara, co escritor de los temas de Inti con Horacio Salinas, 30 años de exilio, tanto que contar...

Mientras comienza a cantar "El cautivo de TilTil" con Claudia nos tomamos las manos como cuando íbamos a los conciertos en el Víctor Jara (ex Chile) y nos miramos como para ratificar que es cierto, que estamos a 3 metros del gran Patricio Manns. El concierto fue espectacular. Una hora y media donde me sorprendió con una canción que escribió a su madre. Nos cuenta que ella solo la escucho un par de meses antes de morir. Se le llenan los ojos de lágrimas y descubro que no ha cambiado, que sigue siendo el mismo y que es de esas personas que morirán tal como vivieron.

Termina de cantar y se queda conversando con nosotros, cuenta una tras otra historias que le sucedieron en diferentes lugares. De pronto aparecen los CD`s con su música, un amigo de él los vende. Logro quedarme con aquel donde sale la canción que más ha llamado mi atención; "La canción que te debo" que en el estribillo dice así;


Hay tanta cosa que contarte
Hay tanto mundo que te debo
Tanto clavel que fui a buscarte
Y tanta ortiga que te llevo.
Puesto que soy de tu madera
Y esta canción yo te debía
Quise escribirla en primavera
Que es cuando crezco madre mía.

Logro que me firme el Cd. Veo que tiene varios libros. Hay uno que extraño; "El corazón a contraluz". Le pregunto por ese texto y me dice que ya no hay más para la venta que se hicieron 5 veces y que unos gringos quieren llevar la histroia al cine, pero que el tiene el último ejemplar que le queda. Me cuenta que por nada les enviará esa reliquia. Le digo que yo haría lo mismo. Me mira con ojos de pregunta. No alcanza a formularla. Le digo que solo le puedo ofrecer unas fotocopias. Ríe de buena gana y lo dejamos así. Quien sabe quien tiene otros ejemplares y si querrán deshacerse de ellos. Yo por lo menos, por ningún motivo.

La noche para nosotros está llegando a su fin, debemos ir a buscar a nuestros hijos para seguir nuestra vida. Por un minuto volvimos atrás y descubrimos cuando habíamos cambiado. Después de todo no ha sido tanto y, lo mejor, descubrimos que hay bastantes como nosotros.


Gracias Daniel y Jacqueline por esa tremenda fiesta que organizaron en su hogar. Fue de aquellas situaciones que jamás se olvidan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo se que sonreias camino a maipu.
C.Sandivari

Marcelo Zuñiga dijo...

Cesario,
Si hubiera podido te habría hecho partícipe.
Un abrazo