Hoy está de cumpleaños mi distinguida madre.
¿Cuánto hay de ella en mi persona?
Seguramente mucho. Tanto, que nunca he podido agradecer todo lo que le debo.
Es de esperar que la vida me permita retribuir todo el inmenso cariño que has tenido por tus hijos. Y que tu sabiduría de vida me siga siendo entregada de forma tan generosa y desprendida.
Que lo pases muy bien hoy día y siempre.
Tu te lo mereces.
Eres de los que Brecht definía como imprescindibles. Has sido imprescindible en mi vida y ahora en la vida de mi familia.
Intentando precisar que es lo que más me ha ayudado de tí, podría decir, que es saber valorar a mi compañera de viaje y formar una familia, a pesar de todas las adversidades, a pesar de todos los bemoles, a pesar de todos, incluido que algunas veces es contra todos.
Te amo.
1 comentario:
Las buenas madres hacen buenas personas. La tuya lo logró plenamente.
Saludos
M.
Publicar un comentario