Escribir no ha sido posible este inicio de año. ¿Porqué? No lo tengo muy claro. Entre las nuevas responsabilidades laborales, que llenan mis horas de los más increíbles pensamientos y el genio que no ha estado muy comunicativo....
Necesito vacaciones. Y se ven en el horizonte. Aún se ven pequeñitas. Es que vienen lejos. No puedo adivinar de donde son. Lo único que veo es que son para mí...
Claudita tiene una habilidad especial para entenderse con las vacaciones. No sé como lo hace. Las vacaciones llegan siempre a ella. No logro distinguir quien seduce a quien; si las vacaciones a ella o ella a las vacaciones. Lo concreto es que siempre se las arregla para que la pasemos genial. Todos quedamos agradecidos de nuestras vacaciones. Del lugar, por supuesto, pero también de la forma. De la convivencia que se nos dió. De la exquisita oportunidad de estar juntos y demostrarnos que nos une algo más que un apellido o un contrato.
Vacaciones es nuestra espectacular ocasión de demostrarnos todo lo que nos decimos durante el año lectivo/laboral. Es también el tiempo de regalonearnos sin trabas de tiempo. Y eso nos gusta. Pienso en lo rico que es tener una familia que guste de estar junta. Que guste de hacerse cariño. De demostrar ese cariño. De conocer juntos, de desayunar, almorzar, pasear juntos...
Claro, cuando eso lo vives todos los días, no lo valoras lo suficiente. Pero cuando sabes que otros no disfrutan de algo tan simple como eso, lo ves y eres capaz de descubrirlo.
Ya me entusiasmé. Quiero ir de vacaciones. No sé donde me lleven los pasos en este verano, pero ¡Qué importa! Lo que de verdad importa es que lo pasaremos chancho porque estaremos todos.
Me quiero ir de vacaciones. Que lo pasen lo mejor posible y que tengan muchas aventuras...
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