No sé quien está más contento; si mis hijos o yo.
Termina el colegio y siento un gran alivio. Se acaban los fines de semana llenos de tareas, de estudiar y de completar lecciones que no se hicieron en clases. Se acaban, por lo mismo, las peleas familiares sobre las horas y calidad dedicadas a esa función tan importante.
Yo estoy feliz. Mis hijos pasaron de curso con promedio 6 o superior y eso me gusta. No lo voy a negar, creo que podrían obtener mejores notas y hasta premios por ello. Pero yo los quiero así como son y sé que en cualquier momento lo lograrán.
Cuando afloren vuestras esencias el mundo tendrá que admirarlos en toda su dimensión.
Por ahora, muchas gracias Claudita. Todos sabemos que sin tí, esto no habría sido tan espléndido ni maravilloso.
Los amo a todos más que ayer, pero menos que mañana.
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