BIENVENIDO

A mi mundo, que seguramente no es diferente del tuyo. A mi forma de ver las cosas . A mi forma de intentar comunicar como veo las cosas.

domingo, agosto 26, 2007

Clásico Universitario


Tuve la suerte de asistir al Estadio. Pude ir con mis dos hijos.

Lindo día. Hermoso partido. Un sólo problema.

Ganó el que no tenía que ganar.

Claro. La mayoría dirá que lo merecía. Es cierto. Pero el fútbol, como cantan los de abajo, es una pasión. Y la pasión no entiende de razones. Mucho menos cuando son para justificar el triunfo de tu contendor.

Tras el gol de Salas todos felices. Mis hijos rebosan alegría y me siento alegre. Viene el empate de Medel, apenas tres minutos después. Es muy poco tiempo. Y se viene lo peor. Católica, por siempre un equipo egoista con el juego bonito y siempre muy pragmática se nos viene encima.

Y Medel que está intratable.

2 a 1. Miro a mi hijo mayor y le digo mientras los cruzados aún saltan de alegría; será muy difícil que les hagamos otro gol. El asiente. Percibe que algo no está bien. La fiesta será en honor al invitado y no al dueño de casa.

¡Qué se le va a hacer! dirá la mayoría. Yo pienso, vine a ver a Pedrito Morales y temrino aplaudiendo a Gary Medel.

Mis hijos preguntan cuanto queda de partido. Nada respondo y les noto en la cara que están a punto de llorar. Es solo un partido, les digo, y trato de hacerles creer que me da lo mismo.

Pero miento, no me da lo mismo. Es cierto que no me gusta perder, pero creo que fue un lindo partido. Me siento bien. No por el resultado, sino porque fui con mis dos hijos. Y nos sirvió para saber como se sienten aquellos que alguna vez pierden contra nosotros.

Lo bueno es que no fue la U la que perdió, como pasa tantas veces. No, está vez, la que ganó fue la Cato.

Saludo por ellos, y, como se dice en jerga futbolística; siempre habrá una revancha.

jueves, agosto 23, 2007

Recordando...

Esto aparece en un cuaderno en el que escribí hace un tiempo atrás...

Hace tanto tiempo que no escribía que casi me da vergüenza ... ¿por dónde parto?
... ¿Cómo se nos va la vida? No se donde leí esto, pero es lo primero que se me viene a la mente.
¿Qué ha pasado en todo este tiempo? Tantas cosas. Infinidad de cosas. Pero lo más importante; mis hijos han crecido. Y... todos hemos cambiado.
Víctor Manuel tiene ya 10 años, cursa 5º de EGB, es un tipo muy parecido al que era. Es sólo que sus rabietas son, cada vez peores.
Hijo amado, tienes tantas virtudes, que te perdono tus pequeñisimos defectos. Quiero que sepas que me encantas como eres. Y no es que seas perfecto. No. Lo que pasa es que eres un buen ser humano. Tienes la pasta (como dice mi Jefa). Te amo y eso hace que te acepte como eres. Te amo de manera incondicional. No necesitas hacer nada extra. Sólo ser como eres hasta ahora. Quiero que sepas que también mantengo mis promesas para contigo y que siempre podrás contar conmigo.
Andrés Ignacio tiene 8 años, cursa 3º de EGB, es un tipazo que siempre se le ve feliz. Eso es quizás lo que más me gusta de tí hijo. Tu sabrás encontrar siempre el lado positivo de las cosas que te sucedan en la vida. Quiero que sepas que este último tiempo he sido muy exigente contigo, pero, te lo prometo, ha sido por una buena razón. Me preocupa tu futuro. Me encanta que seas feliz, pero no me gustaría que fueras el payaso y nada más. Me encanta que te gusten los deportes, pero no me gustaría que fueras el típico futbolista del que todos se ríen porque no sabe hablar. Si hoy sientes que te he pedido una madurez que no tienes, por favor discúlpame. Porque, además, te prometo que, desde hoy, cambiaré mi forma de ser contigo; seré tu hincha más incondicional. Seré tu verdadero fan. Te admiro por tu forma de ser y lucharé por hacerte ver lo mucho que te amo.
Finalmente, quiero agradecerles, a los dos, porque me hacen muy feliz. En verdad me siento amado por ustedes. Percibo que me creen y que confían en mí. Siento que, para ustedes, soy alguien importante y creo que es mucho más que lo que cualquier padre podría esperar.
Gracias por amarme con mis virtudes y defectos, tal cual soy, por hacerme una mejor persona y darme ese necesario entusiasmo para seguir adelante.
Yo me siento una persona exitosa y ustedes son lo más importante de mi éxito.
Santiago, 28 de septiembre de 2005.

miércoles, agosto 22, 2007

Nuestra Invitación

"El Milagro de existir...
El instinto de buscar...
La fortuna de encontrar...
El gusto de conocer..."
Con estas 4 frases invitamos a todos nuestros amigos a nuestra unión como pareja.
Pertenecen a una canción de Joan Manuel Serrat. Es el primer sencillo de su album UTOPÍA y lleva por nombre "Y el amor".
Están en un papel grueso color naranjo. Impresos en serigrafía.
De las cuatro frases la que más me representa es la tercera.
Sin lugar a dudas, tuve La fortuna de encontrar...
Muchos años después, casi 14 ya, me vuelvo a topar con esa invitación.
¿Qué es lo más maravilloso?
Nada ha cambiado en mis sentimientos. Volvería a hacer la misma invitación, con la misma persona, para casi los mismos invitados.
He tenido la suerte de conocer todo tipo de personas. He tenido la suerte de conocer a cientos de parejas. La mayoría dice que el amor es un sentimiento. Ayer me decía otra persona que le habían dicho que el amor era una decisión.
Yo no tengo muy claro lo que es el amor. Por eso, insisto que tuve La fortuna de encontrar...

viernes, agosto 17, 2007

La Ciudad

¿Nos contarás tu historia?
¿Nos hablarás al oido alguna vez?
¿Nos dirás: yo fui trazada en el camino de una bala de cañón,
humillada por el viento, barrida, salvada de las pestes
por el viento que sopla del sur?
¿Nos dirás: yo fui sangrada, vaciada, quemada, traicionada?
¿Nos entregarás espadas para vengarte?
¿Espejos para multiplicarte?
¿Vino para celebrarte, voces para nombrarte?

Del libro "La Canción De Nosotros" de Eduardo Galeano.

lunes, agosto 13, 2007

Fútbol... varios años después

Ayer volví a jugar fútbol. He jugado futbolito varios años, pero ayer volví a entrar en esa inmensa cancha donde los arcos son gigantes cuando eres el arquero y son pequeñitos cuando eres delantero. Estoy molido. Hacía tiempo que no corría tanto. Me duelo todo. Y eso que duré solo un tiempo. Ingresé durante todo el partido, pero corrí solo la mitad. Que se le va a hacer dicen mis amigos. Es cosa de mirar el carné. Estoy tan dolorido que me cuesta pensar que el miércoles pueda volver a jugar. En todo caso me divertí muchísimo. Había olvidado lo que era un equipo de futbol. De esos de Ligas... Primero que todo hay diferentes series. Yo estoy, por mi edad, en Super Senior. Antes de nosotros jugó la serie Dorado. Y la mayoría tuvo que repetirse el plato, porque los lindos de mi serie no llegaron. Dentro de todo equipo está el típico gordito que juega bien pero corre poquito. También está el lateral derecho que termina buscando el gol ¡de puntero izquierdo! Y que, por supuesto, se queda por allá un buen rato. También está el viejo cascarrabias que critica a todo el resto pero que cuando el se equivoca culpa a la cancha. No falta el que de tanto criticar se autoexpulsa de la cancha dejando al equipo con uno menos. En todo equipo está ese arquero que está para las emergencias. Cuando el otro no llega. Al que nadie le tiene fé, pero que hay que soportar porque nadie entá en condiciones de jugar en ese puesto. Y, por supuesto que también en todo equipo, está el jugador como yo, novato, que recién se integra, y que, por tratar de no cometer una mala jugada termina haciendo puras leseras dentro de la cancha. Corre harto, termina extenuado pero sin lograr nada de lo que se propuso. De todo eso hubo ayer en la cancha. El resultado era esperable, perdimos por goleada, pero lo sabroso es lo que no queda en la estadística. Lo sabroso es ver y vivir a esos locos que corremos detrás de la pelota como si se nos fuera la vida pero que cuando sabemos que ya no llegaremos a ella la dejamos como si fuera una suntuosidad más de la vida para, luego, volver a correr como desaforados. Lo pasé bien ayer. Esta sonrisa de hoy, a pesar del dolor de todo mi cuerpo, es reflejo de eso.